REVIEW: "OVERLORD: EL REINO SAGRADO" - NAOYUKI ITÔ
El pasado 10 de enero se estrenó en España "Overlord: El Reino Sagrado".
Esta película de Naoyuki Itô llega a nuestro país gracias a SELECTA VISIÓN y Hikari No Hana tuvo el placer de asistir a su preestreno.
El director de "No Guns Life" vuelve a unir fuerzas con el estudio MADHOUSE para ofrecernos una nueva entrega de la franquicia animada de "Overlord", proyecto en el que lleva al frente desde el 2015, cuando comenzó adaptando las novelas ligeras de Kugane Maruyama, las cuales, a su vez, cuentan con una adaptación manga de Fugin Miyama, editado en España por ECC."Overlord: El Reino Sagrado", también conocida como "Overlord: Sei Oukoku-hen", es la primera película original —las dos anteriores eran recopilatorias— de la franquicia, que llegó a los cines japoneses el 20 de septiembre de 2024, donde recaudó en taquilla más de 261 millones de yenes (1,6 millones de euros).
El Rey Hechicero Ainz Ooal Gown y su ejército de muertos vivientes se convierten en la última esperanza del Reino Sagrado contra Jaldabaoth.
Bajo el reinado de Calca, el Reino Sagrado de Roble disfruta de una era de paz sin precedentes con sus tierras protegidas por altos muros. Sin embargo, esa paz se hace añicos con la invasión del Emperador Demoníaco Jaldabaoth y la alianza de semihumanos. Liderado por Remedios, la líder de la Orden de Paladines, y Kelart, la líder de los Altos Sacerdotes, el Reino Sagrado reúne sus fuerzas para contraatacar, pero nada pueden hacer ante la abrumadora diferencia de poder entre ellos y Jaldabaoth.
En busca de un poder que pueda oponerse a él, Remedios toma a sus Paladines y a su sirvienta Neia y se dirige al Reino Hechicero de Ainz Ooal Gown para pedir ayuda. Se trata de una nación gobernada por muertos vivientes y detestada por la gente del Reino Sagrado.
Bajo esta premisa, somos testigos de un movimiento más en la partida de ajedrez de Ainz por la dominación mundial, una conquista no a base de fuerza bruta pura y dura, sino con astucia. Porque
Ainz sabe que se cazan más moscas con miel que a cañonazos y sabe cuán valioso es que le deban un favor.
Todo esto funciona en pantalla gracias a que la trama se ejecuta desde el punto de vista de Neia, que desconoce las intenciones de Ainz y sólo cree en lo que ve: en el gran número ilusionista del Rey Hechicero; un calculado alarde de su grandioso poder, disfrazado de heroico altruismo y benevolencia, que engatusa a Neia hasta la idolatría. Y, por supuesto, no descubrimos el truco hasta el final, cuando la función ha acabado y el telón ha caído. Sin duda, una jugada maestra.
"Overlord: El Reino Sagrado"
es una rimbombante y sombría fábula épica que explora la naturaleza de
la justicia, manipula en su intencionalidad y sorprende con su sólida
explotación del concepto.
En esta ocasión, el director de la serie se aventura por primera vez a escribir el guion de una entrega de esta exitosa franquicia y firma una excelente adaptación del decimosegundo y decimotercer volúmenes de la saga literaria, un arco muy querido por los fans que, por contexto, habría encajado más en el marco de la cuarta temporada de la serie animada.
No obstante, esta decisión, aun arriesgada, es bastante acertada, pues, aun con algún que otro sacrificio calculado, su particular síntesis permite que el resultado final funcione en la gran pantalla y se luzca lo suficientemente bien como para satisfacer a los fans a la vez sirve de puerta para que espectadores ajenos a la franquicia puedan adentrarse en el universo de "Overlord" y sus fascinantes personajes a través de una rimbombante y sombría fábula épica que explora la naturaleza de la justicia, manipula en su intencionalidad y sorprende con su sólida explotación del concepto.
Desde el punto de vista técnico, la animación de "Overlord: El Reino Sagrado" está a la altura de la épica cinematográfica, con uno de los mejores despliegues artísticos de la franquicia hasta la fecha.
Naoyuki Itô vuelve a contar con prácticamente todo el equipo que hace posible la serie, como el diseñador de personajes y director de animación Satoshi Tasaki ("No Game, No Life: Zero"), el director de fotografía Yoshio Watanabe ("The Vampire Dies in No Time") o los directores artísticos Shigemi Ikeda y Yukiko Maruyama, cuyo trabajo hemos visto en proyectos como "Human Lost" y "Boogiepop and Others".
Todo esto, unido a la dirección 3D de Kazuya Ôya ("Psycho-Pass 3: First Inspector"), el diseño de color de Yukie Noguchi ("The Irregular at Magic High School") y la edición de Mariko Tsukatsune ("Trillion Game") hacen que logres disfrutar de la animación de esta nueva aventura del todopoderoso rey hechicero Ainz, que supone una sustancial mejora de calidad con respecto a anteriores entregas de la saga.
En cuanto al apartado musical, la banda sonora corre a cargo de Shûji Katayama, otro habitual de la franquicia, cuyo trabajo hemos podido escuchar en proyectos como "Sí, soy una araña, ¿qué pasa?" o "Saga of Tanya the Evil", que aquí firma una partitura solemne y épica, invocando con sus notas el fragor de la gesta de esta fantasía oscura y cruenta.
A todo esto, hay que añadirle su acierto al volver a contar con Fumiyuki Go ("Kaiju No. 8") en la dirección sonora, así como con Tomokazu Mitsui ("Jigokuraku") en los efectos sonoros y OxT para interpretar el tema principal de la película.
La banda, que también interpretó los temas de apertura de las series "The Eminence in Shadow" y "SSSS.Gridman", pone el broche con "Wheeler-Dealer", una canción que encaja a la perfección con el tono de la cinta y plasma a la perfección el ominoso ardid de un siervo que lo único que ansía es entregar el mundo en bandeja a su señor y, así, satisfacer su ambición.
En resumidas cuentas, "Overlord: El Reino Sagrado" es una aventura trepidante y truculenta muy golosa para los fans de la franquicia, y una monodosis de fantasía oscura muy disfrutable para los profanos en la saga.
Con un despliegue audiovisual notoriamente superior al ofrecido en la serie, "Overlord: El Reino Sagrado" es una película trepidante y truculenta muy golosa para los fans de la saga, pero que no excluye a aquéllos que nunca han consumido la obra, pues su estructura permite que cualquiera pueda seguir la trama sin ningún problema y deleitarse con una buena dosis de fantasía oscura que invita a asomarse al mundo de "Overlord" y continuar con la épica aventura de Ainz y su séquito.
Por tanto, es una cinta que no sólo es ideal para los fans de la franquicia, sino también para aquéllos que disfruten de intrincados y absorbentes dramas de fantasía heroica como "Juego de tronos", "La casa del dragón" o "El señor de los anillos". Así que, si juegas en esta liga, coge tus palomitas y prepárate para que el tiempo se te pase volando con esta película. ¡Y quédate hasta el final, que hay escena pos-créditos!
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