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CRÓNICA: 28º FESTIVAL DE CINE FANTASIA [1ª PARTE]

Crónica 28 Festival Internacional de Cine Fantasia - Swimming in a Sand Pool - Kizumonogatari: Koyomi Vamp
Este año tenemos el placer de regresar a tierras canadienses desde la comodidad de nuestras pantallas para cubrir la 28ª edición del Festival de Cine Fantasia, uno de los certámenes especializados más importantes de occidente.
 
El evento comenzó el pasado 18 de julio y se extenderá hasta el 4 de agosto en una selección de cines de Montreal.
 

Una vez hecha esta breve introducción, es hora de que pasemos a contar nuestra experiencia en el 28º Festival de Cine Fantasia. Sin más preámbulo, toma asiento y sumérgete con nosotros en esta crónica.


"Swimming in a Sand Pool" es la esperada nueva película de Nobuhiro Yamashita ("¡Vamos al karaoke!""Hard Core""One Second Ahead, One Second Behind"), protagonizada por Saki AmaoReia NakyoshiMikuri Kiyoya. La cinta se estrenó en Japón el 3 de mayo, tras su paso por el Festival de Cine Asiático de Osaka.
 
El film, cuyo título original es "Suishin Zero Meter kara", se trata de la segunda producción, tras "On the Edge of Their Seats" (Hideo Jojo, 2020), basada en una obra de teatro estudiantil.

Su argumento gira en torno a Kokoro y Miku, dos alumnas de secundaria que les han encargado limpiar la piscina de su colegio. Poco después, se les une Chizuru y Yui y terminan reflexionando sobres sus propias vidas.   

A pesar del letargo de casi 5 años de la carrera cinematográfica de Nobuhiro Yamashita, ya desde sus trabajos del pasado año se atisba el talento multidisciplinar de su poliédrica representación discursiva. En esta ocasión, su inspirador regreso a sus raíces independientes nos retrotrae a su gran éxito "Linda Linda Linda" (2005) a la hora de formular el retrato femenino endógeno a la propia concepción social japonesa. 
 
El realizador logra desprenderse de todos los convencionalismos propios de la masculinidad tóxica para aportar la sensibilidad necesaria. El papel de la mujer es el punto central del que converge todo lo demás. Hasta el extremo de que las escasas apariciones de los chicos funcionan más como un elemento de apoyo.

La herencia de "On the Edge of Their Seats" impregna su germen teatral ya desde los primeros compases de su narración. La encorsetada, pero a su vez, vibrante fotografía de Futa Takagi ("My Broken Mariko""Remain in Twilight") concentra sus entrañas dramatúrgicas hacia la traslación física y emocional de la realidad inherente que subyace en su representación metafórica de una piscina sin agua y llena de arena.

Otro punto a destacar es la acertada elección de su casting. El cineasta es conocido por haber trabajado con grandes figuras de panorama fílmico nipón, pero en está ocasión, su interés por nombres más de perfil bajo fomenta, desde su antecedente coral, su verdad y naturalidad. 
 

KIZUMONOGATARI: KOYOMI VAMP

 
"Kizumonogatari: Koyomi Vamp" es la nueva película de Tatsuya Oishi en el estudio SHAFT ("Fireworks"), que recopila su trabajo original en la trilogía fílmica "Kizumonogatari" (SHAFT, 2016-2017).

La cinta, basada en uno de los arcos de la saga de novelas "Monogatari Series", de NisiOisin, llegó a los cines japoneses el pasado 12 de enero.

Su argumento gira en torno a Koyomi Araragi, quien, en su segundo año en el instituto privado Naoetsu, entabla una conversación con Tsubasa Hanekawa, la estudiante honorífica, quien le revela que una vampira de larga cabellera dorada y gélida mirada anda suelta por la ciudad.

Koyomi no da importancia a ese rumor hasta que, de camino a casa, se topa con un rastro de sangre en las escaleras del metro y, al seguirlo, descubre con horror el cuerpo desmembrado de la susodicha vampira, que le pide ayuda.

Koyomi deberá tomar una decisión que cambiará su vida para siempre.
 
Nadie se esperaba que "Kizumonogatari" regresara a los cines y mucho menos que lo hiciera como una película recopilatoria. 

SHAFT podría haberse limitado a lanzar su esperada última entrega, "Off & Monster Season". Tal vez sea porque ésta cierra una etapa para su protagonista y, por ende, la nostalgia hace que eches la vista atrás adonde todo comenzó: a aquella fatídica noche en la que los caminos de Koyomi y Kiss-Shot se cruzaron y sellaron su destino con su propia sangre.

No obstante, esa trilogía es muy querida, lo que hace que la sombra de la sospecha se cierna sobre el público. ¿Qué necesidad había de juntar las tres películas originales en un único metraje? ¿Por qué tocar algo que es prácticamente perfecto?
 
Este escepticismo se disipa cuando ves el resultado final, que solventa la principal dolencia de la trilogía: la sensación de que la trama se estira innecesariamente por falta de sustancia. Además, este nuevo montaje demuestra que el excesivo abuso del fanservice como relleno son puras calorías vacías. Sí, el erotismo es inherente en esta saga, pero luce mejor cuando es sugerente en vez de tan baldío.
 
A nivel técnico, el estudio vuelve a estar a la altura de sus expectativas, ejecutando un magistral despliegue artístico en el que la vívida animación 2D interactúa con el hiperrealista CGI en un elegante y apasionado tango que fluye en armonía con la idiosincrasia surrealista que vertebra el ecléctico encanto de esta obra.
 
En definitiva, "Kizumonogatari: Koyomi Vamp" es un tarantinesco acercamiento neo-gótico a las historias de vampiros que hará las delicias de los amantes de este género, con un mejor ritmo narrativo y una edición tan bien curada que apenas echarás nada en falta. Mas si no eres un profano de la saga, tal vez optes por la trilogía original para no perderte ni uno solo de sus momentos chocantes ni de sus malabares palabriles. Aun así, es un excelente pretexto para volver a visitar "Kizumonogatari" con otros ojos.

Aquí concluye la primera parte de nuestra aventura por el festival de cine Fantasia. Pronto publicaremos la segunda parte de la crónica. ¡Estad atentos!

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