REVIEW: "ANIME SUPREMACY!" - KOHEI YOSHINO
El 10 de febrero se estrena en España "Anime Supremacy!".
Esta película de Kohei Yoshino llega a nuestro país gracias a LIGHTHOUSE y Hikari No Hana tuvo el placer de asistir a su preestreno.
El director de
"Gone Wednesday"
nos trae esta adaptación de la novela de Mizuki Tsujimura (MAGAZINE HOUSE, 2017), autora de
"Madres verdaderas"
y
"El castillo a través del espejo".
La cinta, cuyo título original es "Haken Anime", llegó a los cines japoneses el 20 de mayo de 2022, se presentó en el
festival
Jenjou
y se proyectó en
Fantasia
y
Camera Japan.
El film fue galardonado en los
Premios Tama, así como en los
Premios Nikkan Sports, a mejor largometraje y entró en el ranking de las 10 mejores producciones
del año en los
Premios Kinema Junpo. A su vez, Riho Yoshioka se alzó con el galardón a mejor actriz en
los
Premios Fumiko Yamaji
por su interpretación.
Hitomi Saito (Riho Yoshioka) trabaja para una importante productora de
animación en Japón. Renunció a una carrera estable como funcionaria para
unirse a la industria de anime. Obtiene su primera oportunidad como directora
con la serie "Soundback: The Kanade Stone".
A pesar de su enorme entusiasmo, pronto aparecen conflictos en el equipo de
producción. Poco a poco se eleva la tensión en el equipo creativo. Todo se
complica cuando surge otra nueva serie llamada
"Fate Front: Liddell-light", dirigida por el genio y leyenda del anime
Chiharu Oji (Tomoya Nakamura), quien también es la razón por la que
Hitomi se propuso convertirse en creadora de anime.
Hace unos semanas, la
Asociación de Productores Cinematográficos de Japón (EIREN) reveló en su informe anual sobre la taquilla nipona que
"One Piece Red", "Jujutsu Kaisen 0" y "Suzume"
fueros los films más visto de 2022.
Tal dominio de la animación es
extrapolable a la parrilla televisiva, marcada por la saturación sistémica de
multitud de producciones. Ante tal panorama, no es de extrañar que
TOEI —uno de los estudios más longevos y legendarios del anime—
haya decidido apostar por una película sobre las entrañas de la
industria.
Su mayor acierto reside ya desde su origen pre-productivo con la inteligente
elección de un director con el bagaje y la experiencia dentro del sector
como la de Kohei Yoshino. A pesar de que sus primeros pasos emanan de
la esfera cinematográfica independiente con premios en
Busan y
PIA, su inmersión como artista CGI en superproducciones del nivel de
"Your Name"
ya lo extrapoló en su interesante debut "Gone Wednesday".
En "Anime Supremacy!", el nexo común entre el mundo del anime y del cine alcanza desde los antecedentes previos del director una entidad propia.
A pesar de sus loables intenciones a la hora de retratar la realidad oculta en
el convulso desarrollo de la producción televisiva animada, sus
pretensiones comerciales de intentar abarcar el mayor público posible vician
su positivo mensaje hacia su superficialidad más insustancial.
Toda esa problemática ya se ha ahondado desde la propia perspectiva de las
obras con un resultado más satisfactorio en títulos del calibre
de "¡No te metas con el club de cine! Eizouken"
o en uno de los capítulos de "Paranoia Agent" —incluso el propio
Satoshi Kon formó la Asociación de Creadores de Animación Japonesa
(JAniCA) para luchar contra la explotación de los estudios hacia los
animadores—.
Por otra parte, al tratarse de una adaptación de la novela de Mizuki Tsujimura —en especial, por su impronta en torno a la concepción de la mujer en
"Madres verdaderas"—, se crea la falsa sensación del tratamiento de su narrativa desde su
vértice feminista. Sin embargo, el género biológico de su protagonista es meramente
anecdótico, palpable en la visión masculina de su director, hacia la traslación
de un relato sobre la superación personal y la eterna batalla entre el
idealismo del primerizo y la sabiduría de experimentado.
Si hay un aspecto de "Anime Supremacy!" que merezca todos los halagos posibles es la sobresaliente muestra endógena inherente en su producción animada.
Aunque el elemento nuclear no se centra per se en las propias obras, sino en su
proceso creativo, hay que reconocer el descomunal trabajo realizado
por Azuma Tani (guionista gráfico en "Buscando a la Mágica Doremi") y Takashi Ôtsuka ("One Piece: Estampida"), auspiciado por el emblemático estudio PRODUCTION I.G ("El rey ciervo", "Moriarty el patriota").
Una auténtica pena que durante el metraje sólo se puedan disfrutar de pequeños retazos del producto final. Ya desde los primeros bocetos de su formulación conceptual, es más que visible la virguería técnica y artística de esta maravilla audiovisual. Los defectos anteriormente descritos desaparecen por completo hacia su absoluta comunión entre ambos medios.
El reparto interpretativo en ningún momento se convierte en un lastre, donde
la sobreactuación es un hecho más que habitual en expresiones de su naturaleza.
Riho Yoshioka da su mejor versión con el material disponible en
coherencia con la confianza del cineasta en Tomoya Nakamura. Sin
olvidar el buen hacer de los secundarios Tasaku Emoto y
Machiko Ono, cuyo contrastado talento actoral no diezma su
acompañamiento. Otro acierto ha sido contar con reputados seiyûs como Kana Hanazawa
o Yûki Kaji.
Como ya hemos comentado anteriormente, la principal arista donde se vertebra
todo su conjunto es el anime. No obstante, la convencional fotografía
de Motonobu Kiyoku sigue la pauta establecida junto a la
banda sonora de Yoshihiro Ike, otro referente en la composiciones
de la industria de la animación. Punto y aparte es el cañero tema principal
de Gene High, muy cercano a los openings habituales de la
televisión.
En resumidas cuentas, "Anime Supremacy!" es un disfrutable entretenimiento sobre el proceso creativo que hay detrás de la producción animada. No obstante, a pesar de su atractiva traca audiovisual y sus aciertos, sus aspiraciones se reducen a su prisma más convencional.
Ante todo es una cinta que hará las delicias de los amantes de la animación
japonesa y del gran público, pero la falta de autocrítica de su productora
TOEI —en reminiscencia a su pasado como piedra fundacional de la industria— sobre la explotación abusiva y las paupérrimas condiciones laborales
de los animadores, pervierte su veracidad hacia su romantización.
Los grandes estudios cinematográficos al fin están empezando a
confiar en el talento más joven para sacar adelante sus superproducciones.
Desde luego, una noticia de la que estar orgulloso, aunque con este tipo de encargos Kohei Yoshino corre el peligro de sufrir un estancamiento que vicie sus habilidades como director, una suerte que han corrido grandes nombres como Takashi Miike, entre otros.
De
momento, ya tiene confirmado un nuevo live-action comercial con TOHO y
AMAZON. Mientras sea capaz de conseguir un equilibro con sus propuestas más autorales, todo irá bien para este prometedor director.
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