REVIEW: "INU-OH" - MASAAKI YUASA
El 25 de noviembre se estrena en España "Inu-Oh".
Esta película de Masaaki Yuasa llega a nuestro país gracias a CINEMARAN y GARBO MEDIA y Hikari No Hana tuvo el placer de asistir a su preestreno.
El director de "Devilman Crybaby" se despide del estudio que fundó allá por 2013, donde creó grandes piezas audiovisuales como "Night is Short, Walk on Girl" o "Eizouken", con esta interpretación personal de la novela "Cuentos de la era Heike: Inu-Oh", de Hideo Furukawa, autor de "The Heike Story".El film, presentado en Far East, Toronto, Busan, Venecia, Tokio, Annecy, Fantasia, donde se alzó con el Premio Satoshi Kon y la Medalla de Plata del Público, y Sitges, llegó a los cines japoneses el pasado 28 de mayo.
Período Muromachi.
Tomona, un huérfano ciego por la maldición de uno de los tesoros del extinto clan Heike, abandona Dan-no-ura y se dirige a la capital. Durante su viaje, conoce a Taniichi, un maestro biwa, se convierte en su discípulo, se une a la compañía Kakuichi y cambia su nombre por el de Tomoichi.
Una noche, Tomoichi se cruza con el paria social Inu-Oh, hijo del líder de la compañía Hie-za, intérprete de Sarugaku Noh. Uno toca música y el otro baila. Están en perfecta sincronía y se llevan bien al instante. A partir de ahí, su historia comienza.
El tiempo pasa y ambos continúan por el camino de su propio arte, pero crean algo nuevo y emocionante que la gente de la capital nunca antes había visto. Su popularidad pronto crece y los artistas conservadores de Noh y los sacerdotes biwa se resienten, y los rumores sobre ellos llegan a oídos de la corte imperial.
Finalmente, se les pide a Inu-Oh y Tomoichi —ahora conocido como Tomoari— que actúen para el shogun, Yoshimitsu Ashikaga. Esta será la gran oportunidad de su vida, el pináculo de su carrera y el momento en que al fin hallarán la verdad que habían estado buscando.
Bajo esta premisa, seguimos las andanzas de dos jóvenes que, a pesar de estar marcados por la avariciosa maldición de sus progenitores, lejos de ser un estigma que lastre sus vidas, le dan la vuelta y lo aprovechan a su favor para alimentar el fuego de su talento y crear algo único que rompe todos los moldes de una sociedad que primero los admira cual exóticas estrellas por su individualidad, pero luego les machaca hasta hundirlos en la mediocridad de la homogeneidad.
Pero nada de eso importa. La política y la tradición no tienen cabida en su arte. Unidos por su amor a la música y la danza, su gran amistad, tan única y revolucionaria como sus espectáculos, no entiende de fronteras ni de épocas, y lo desafía todo; lo único que importa es cantar y bailar, libres, sin dictados ni ataduras, igual que aquel día que sus caminos se cruzaron y sus destinos quedaron unidos. Y, así, elevarse al firmamento como leyendas musicales que ahora vivirán en la memoria y corazón del espectador.
"Inu-Oh" es una extásica ópera rock que ensalza la libertad y valentía de ser fiel a uno mismo hasta el final, sin importar el precio a pagar.
Tras la devacle de la olvidable "Japan Sinks 2020", Masaaki Yuasa resurge de las cenizas cual ave fénix y, valiéndose del subtexto sobrenatural que impregnaba "The Heike Story" y su halo onírico, aúna antigüedad y modernidad en una explosión de creatividad que danza entre el expresionismo y el surrealismo al ritmo de una impactante y colorida ambientación sonora que lo corona en su vertiente más melómana.
Por otra parte, la guionista Akiko Nogi, más conocida por sus adaptaciones fílmicas de novelas y mangas, como "The Voice of Sin" (Nobuhiro Doi, 2020) o "I am a hero" (Shinsuke Sato, 2016), hace su bautismo de fuego en el mundo del anime con un guion que rezuma una buena comprensión de la novela de Hideo Furukawa (KAWADE SHOBO SHINSHA, 2016), notándose cómo su esencia original permea en la cinta.
Todo ésto da como resultado un sólido trabajo de dirección y escritura que sumerge al espectador en una experiencia única, donde la atención al detalle extasia sus sentidos y lo hace sucumbir ante la epicidad teatral de este psicodélico espectáculo que cobra vida ante sus ojos.
Desde el punto de vista técnico, "Inu-Oh" es pura magia audiovisual que conquista la pantalla con su pirotecnia musical.
Su evidente regusto visual a "Ping Pong: The Animation" se debe al diseño conceptual de Taiyô Matsumoto, diseñador conceptual de personajes de dicha serie. Y, al igual que entonces, Nobutake Ito ("Lu over the Wall") vuelve a encargarse no sólo de adaptar sus diseños, sino también de dirigir la animación de esta espectacular cinta.
Sin embargo, Nobutake Ito no está solo en la dirección de la animación, liderada por Satoshi Nakano (asistente de dirección en "Summer Time Render") y Yoshimichi Kameda (diseñador de personajes en "Mob Psycho 100").
En este campo, también hay que destacar el trabajo que llevan a cabo Atsuko Fukushima ("Genius Party"), Hideo Hariganeya ("Shin Chan y el misterio de la academia Tenkasu"), Kenji Maeba ("Tatami Time Machine Blues"), Shûto Enomoto ("Eizouken"), Takashi Mukouda ("Den-noh Coil"), Tokuyuki Matsutake ("Beck"), Toshihiko Masuda ("Tokyo Ghoul:re") y Yasuhiro Nakura ("Tatami Time Machine Blues").
Todo esto, unido a la dirección artística de Hideki Nakamura ("Cat Soup"), la fotografía de Yoshihiro Sekiya ("Jûni Taisen"), el diseño de color de Yuko Kobari ("El timador timado") y la edición de Kiyoshi Hirose ("Los niños del mar"), hacen que disfrutes de esta gran pirotecnia visual.
En cuanto al apartado musical, la banda sonora, compuesta por Yoshihide Otomo, cuya música hemos escuchado en la película "Beneath The Shadow", es una delicia experimental que no sólo evoca el sentimiento de la época, sino que también danza con la modernidad en una piscodelia que eleva a sus voces estrella al firmamento musical de este grandioso espectáculo audiovisual.
A todo esto, hay que añadirle su acierto al volver a contar con Eriko Kimura ("Penguin Highway") en la dirección sonora, así como con Katsuhiro Nakano ("Jujutsu Kaisen 0") en los efectos sonoros y con Avu-chan y Mirai Moriyama para interpretar los temas principales de la película.
Avu-chan entró por la puerta grande en el mundo de la animación versionando "Devilman no Uta" para la famosa reinterpretación visceral y psicodélica del clásico "Devilman", lo que le catapultó a interpretar junto a su banda Ziyoou Vachi los temas de apertura y cierre de series como "Dororo" o "Chainsaw Man".
La paleta de color de su voz es rica, vibrante y rebosante de una personalidad única y arrolladora, fluyendo entre las notas femeninas y masculinas con una majestuosa flexibilidad que hace danzar sus cuerdas vocales en un electrizante e hipnótico baile que embruja los sentidos. Sin duda, alguien tan pintoresco es ideal para encarnar el mágico talento de Inu-Oh y elevarlo a algo sin parangón.
Por su parte, Mirai Moriyama, a quien hemos visto comerse la cámara con su presencia en el largometraje "Rage", demuestra una vez más que su polifacético arte no puede ser enjaulado en una única disciplina, sino que ha de volar libremente hacia nuevos horizontes, y aquí extiende las alas y surca los melódicos cielos de la experimentación con su mickjaggeresca voz de cantautor, que casa con el fuego artístico de Tomona y pone la guinda a toda esta pirotecnia musical.
En resumidas cuentas, "Inu-Oh" es una delicia experimental en forma de cuento de hadas folclórico que embruja los sentidos y eleva el espíritu con su psicodélica traca audiovisual.
Masaaki Yuasa, adalid del surrealismo y el expresionismo en la animación, nos regala una brillante joya experimental en forma de cuento de hadas folclórico que se vive como la combinación de un musical, un concierto y una obra de teatro que invita al público a disfrutar de su psicodélica pirotecnia artística y musical.
La cinta es una gran fiesta para los sentidos que no sólo nos acerca a la realidad de una época de la historia nipona que se difumina en el mito, sino que, a su vez, nos muestra la íntima conexión de la magia con la psicología y espiritualidad humanas, así como demuestra que el origen de una leyenda nace de momentos extraordinarios que vivimos en nuestra vida ordinaria.
Y, así, el realizador se despide de SCIENCE SARU; con esta oda en la que reconoce con paternal orgullo la madurez de su vástago. Su estudio de animación, el que ha sido su hogar durante siete años, eregido con sus propias manos, se ha consolidado como estandarte de la animación experimental y, ahora, puede tomarse un merecido descanso antes de retomar el viaje hacia nuevos horizontes.
Si vuelve o no, eso el tiempo lo dirá, pero una cosa está clara: la puerta del estudio siempre estará abierta para él y acogerá sus proyectos con los brazos abiertos. Mientras tanto, disfrutemos de "Inu-Oh".
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