REVIEW: "TOKYO REVENGERS" - TSUTOMU HANABUSA
El pasado 22 de abril se estrenó en España el live-action "Tokyo Revengers".
Esta película de Tsutomu Hanabusa llega a nuestro país gracias a VERSIÓN DIGITAL y Hikari No Hana tuvo el placer de asistir a su estreno en los cines Aragonia de Zaragoza.
El director de las adaptaciones cinematográficas de los mangas "Kakegurui" y "¡No te metas con el club de cine! Eizouken" regresa con su versión fílmica del fenómeno del momento que arrasa allá por donde pasa, bien sea impreso, animado o en carne y hueso.
La cinta, basada en el manga de Ken Wakui (NORMA EDITORIAL, 2021) —ganador del Premio Manga Kodansha 2020 que, a su vez, cuenta con su propio anime en Crunchyroll—, se proyectó en los festivales de Fantasia y Busan, y llegó a los cines japoneses el 9 de julio de 2021, convirtiéndose en el live-action más taquillero del año, superando a "Kenshin, el guerrero samurái: El final", e imbatible durante doce semanas.
Su argumento arranca cuando, al ver las noticias, Takemichi Hanagaki se entera de que su antigua novia del instituto, Hinata Tachibana, ha sido asesinada por un grupo de villanos conocido como Tokyo Manji Gang.
Takemichi vive en un apartamento horrible, y su jefe, seis años más joven, lo trata como un idiota. Su vida ha tocado fondo... Pero de repente viaja diez años al pasado, a sus días de instituto, para salvar a Hinata y cambiar su vida.
Sería muy fácil reducirla a una suerte de revisión de la saga cinematográfica "Crows" (Takashi Miike, 2007-2009 | Toshiaki Toyoda, 2014) y quedarnos tan anchos. Sin embargo, "Tokyo Revengers" es mucho más que simples peleas entre pandilleros; eso no es más que la punta del iceberg.
Bajo esta premisa, y bebiendo de referentes como el film "El efecto mariposa" (Eric Bress, 2004), subyace una historia de arrepentimiento y segundas oportunidades a través de viajes en el tiempo, donde enmendar los errores del pasado para cambiar el destino acarrea consecuencias, tanto para bien como para mal.
Al igual que hizo en "Museum" (Keishi Otomo, 2016), el guión de Izumi Takahashi denota un excelente trabajo de comprensión y traducción del manga de Ken Wakui al lenguaje cinematográfico.
La visión de Hanabusa, unida a la pluma de Takahashi, logra realizar una buena síntesis de los dos primeros arcos del manga en dos horas de metraje. Aun tomándose ciertas licencias creativas a la hora de modificar y añadir escenas, éstas no desentonan con la trama, porque parten del respeto a la esencia del material original, lo que hace que fluya orgánicamente y le aporte un valor extra.
Todo esto se ve reforzado gracias a la notable fotografía de Tomo Ezaki, cuyo trabajo hemos visto en otros films como "My Blood And Bones In A Flowing Galaxy" (Sabu, 2021), y en la excelente banda sonora de Yutaka Yamada, cuya música hemos escuchado en otras producciones como el dorama "Alice in Borderland" (Shinsuke Satô, 2020) o el anime "El timador timado" (Hiro Kaburagi, 2020).
A todo esto, hay que añadirle su acierto al contar con Ako Miyagawa —asistente de producción sonora en el dorama "Alice in Borderland"— en la dirección sonora y con Kenji Shibasaki ("Battle Royale") en los efectos sonoros, así como con Super Beaver para interpretar el tema principal de la película.
La banda, que también ha interpretado el opening de "Barakamon" y la segunda temporada de "Haikyû!!", así como del noveno ending de "Naruto Shippuden", pone el broche musical con "Namae wo Yobuyo", un tema cuyo rock fresco, juvenil y cañero encaja a la perfección tanto con el tono de la película como el de la propia obra en sí y está en la misma sintonía que su versión anime.
La banda, que también ha interpretado el opening de "Barakamon" y la segunda temporada de "Haikyû!!", así como del noveno ending de "Naruto Shippuden", pone el broche musical con "Namae wo Yobuyo", un tema cuyo rock fresco, juvenil y cañero encaja a la perfección tanto con el tono de la película como el de la propia obra en sí y está en la misma sintonía que su versión anime.
Otra
clave de su buen hacer radica en las estupendas interpretaciones de los
personajes, donde todo el elenco brilla no sólo por su talento actoral,
sino también por el sobresaliente trabajo en su caracterización, dando
la sensación de que son los dibujos hechos carne.
Su atención al detalle es asombrosa, aunque algunos personajes han sufrido ligeros cambios, como Tetta Kisaki, que, aun siendo identificable, difiere de su diseño original, abandonando su característico rubio pollo y bronceado artificial que suele lucir para mimetizarse con los macarras.
No obstante, hay que aplaudir esta
decisión, pues su versión cinematográfica acentúa lo pérfida y
maquiavélica que es esta peligrosa araña titiritera que se oculta tras
la máscara de un tipo corriente. Prueba de ello es la poderosa y espectacular escena original con la que abre la película; una excelente presentación de este villano, donde se muestra su fría y calculadora maldad en todo su esplendor.
Estas interpretaciones son espectaculares, pero, he aquí la cuestión: ¿cómo se trasladan a su versión española?
Si bien hay quien reniega del doblaje en cualquier otro idioma que no sea la lengua materna de la película, no a todo el mundo le gusta ir al cine a leer subtítulos. De ahí que el doblaje, le pese a quien le pese, sea crucial para la difusión de la cinta en los cines nacionales.
En primer lugar, se agradece muchísimo que esta película no adolezca del intrusismo laboral de ciertas celebridades que, por mucho que se ganen la vida con su voz en la música y el espectáculo, ello no convalida con el mundo del doblaje, una profesión desafortunadamente ninguneada en nuestro país y que se merece su digno respeto y reconocimiento.
Dicho esto, hay que aplaudir el trabajo del elenco de voces. Se aprecia un gran cariño, dedicación y atención al detalle en sus interpretaciones, que bordan a los personajes al dedillo. Gracias a gente como Joel Gómez o Jaime Roca, ahora no concebimos otras voces para Takemichi o Mikey. Estos son algunos ejemplos, pero, en verdad, el reparto al completo brilla magistralmente por igual.
Sin embargo, la columna vertebral de estas excelentes interpretaciones radica en su sobresaliente traducción y localización de la mano de Alessandra Moura, cuyo trabajo hemos podido ver en los live-actions "Kenshin, el guerrero samurái: El final" y "Kenshin, el guerrero samurái: El principio", o en las cintas de animación "Sailor Moon Eternal", todos ellos disponibles en Netflix.
Gracias a su trabajo, combinado con el de los actores y actrices de doblaje, logra capturar y ensalzar la esencia original de la obra, manteniendo intacta su frescura y naturalidad.
En definitiva, "Tokyo Revengers" es un film que no sólo entiende y respeta la esencia del manga de Ken Wakui, sino que, a partir de su comprensión, ofrece nuevos detalles que harán disfrutar tanto a los fans como a los amantes de la acción con un toque de ciencia ficción.
Si bien es cierto que la animación japonesa está cobrando poco a poco más presencia en los cines, las producciones niponas de acción real no gozan de la misma acogida —y ya ni hablemos del cine indie...—.
Desde las proyecciones de "Museum", "Tokyo Ghoul" y "JoJo's Bizarre Adventure: Diamond is Ubreakable" allá por 2017 y 2018, este tipo de producciones, adolecidas por la apatía de la mayoría de distribuidoras, brillan por su ausencia en las salas de cine.
La tónica en los últimos años ha sido recurrir a Netflix, donde hemos podido ver live-actions como "Hot Gimmick", entre otros. Sin embargo, aun con la encomiable labor de las plataformas digitales, al final, el cinéfilo asiático acaba siendo privado de vivir y disfrutar la experiencia del cine.
Por eso, nos hace ilusión que haya distribuidoras que den un paso al frente y se animen a apostar no sólo por el cine asiático en general, sino por el japonés en particular. Igual que nos emociona que haya salas de cine como Aragonia que apoyen este tipo de iniciativas y contribuyan a la difusión de este tipo de cine.
De hecho, desde hace años, los cines Aragonia de Zaragoza vienen realizando una fuerte apuesta por el cine asiático, estrenando los títulos más novedosos y taquilleros tanto en versión doblada como en versión original subtitulada al español.
En su afán por promover la cultura cinematográfica asiática y poner en valor proyecciones y cintas de este origen, organizan de manera habitual ciclos de grandes directores y géneros concretos como el reciente finalizado Ciclo de Cine Coreano, el Ciclo del gran Mamoru Hosoda o el exitoso Ciclo de Anime, en el que se proyectaron películas como "Akira", "Your Name" o "La princesa Mononoke".
Con todo esto, esperamos que "Tokyo Revengers", un bombazo en la taquilla nipona, haga su magia y, además de tener una secuela, abra la puerta a la proyección de live-actions en los cines de España, igual que en su día hizo "Your Name" con el anime.
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