El 2020, al igual que en el
anime, ha sido un año que, aun marcado por el COVID-19 y los retrasos que ha
causado en la cartelera, nos ha dejado producciones cinematográficas muy
interesantes.
Las plataformas digitales como Netflix o Amazon Prime Video han
seguido apostando por nuevos títulos de gran calidad como
"Theater" (Isao Yukisada, 2020) o "Mio on the Shore" (Ryutaro Nakagawa,
2020). Sin olvidar, los estrenos físicos anteriores al periodo
pre-confinamiento como "El amor está en el agua" (Masâki Yuasa, 2019).
En Hikari No Hana hemos realizado una clasificación con los que, a
título personal, han sido las mejores películas de 2020, aquéllas que más nos
han llamado la atención y más nos han cautivado. Hemos visto una gran cantidad
de películas a lo largo de este año, y, aunque muchas de ellas tenían su
encanto, no todas han podido entrar en el top.
No obstante, antes de hablar de nuestro top 5, nos gustaría detenernos a
recordar aquellos largometrajes que se quedaron a las puertas y que merecen
una mención especial.
Su argumento comienza cuando una niña es secuestrada en una carretera con
forma de Y, pero nadie pilla al secuestrador. Tsumugi que estuvo con la
pequeña justo antes del secuestro, está muy afectada por lo sucedido. Doce
años más tarde, otra chica desaparece en la misma carretera con forma de Y.
Takeshi, un joven solitario que se dedica a vender productos reciclables con
su madre, es sospechoso de este secuestro. Ante ésto, se asusta y huye a otra
ciudad. Un año más tarde, Zenjiro vive con su perro cerca de dicha carretera
con forma de Y, donde han tenido lugar ambos secuestros. Regenta un negocio
con el que busca revitalizar el pueblo, pero, de alguna manera, los lugareños
le culpan de las desapariciones, lo que hace que enloquezca y desencadene un
horrible acontecimiento.
La reconocida obra de Shuichi Yoshida, tras brillar en las manos de
cineastas del calibre de Lee Sang-Ill, Isao Yukisada o
Tatsushi Omori, es adaptada por otro gran nombre de la cinematografía
japonesa: Takahisa Zeze. El aroma de "Rage"—con ciertas similitudes al cine del chino
Jia Zhang-ke—impregna todo el prisma multifocal de realidades, donde la culpa
vuelve a ser el elemento catalizador. La búsqueda de la tierra prometida que
tanto anhelan para poder escapar de todo ese sufrimiento y poder continuar con
la vida.
La cuidada fotografía de Atsuhiro Nabeshima y la bella banda
sonora del pianista holandés Joep Beving germinan la semilla,
de la que florece la narración gracias al grandioso reparto secundario, con
unos excelentes Hana Sugisaki, Akira Emoto,
Nijiro Murakami y hasta la ligera aparición de
Shizuka Ishibashi, donde sobresale la costernadora y frágil
interpretación de Gou Ayano.
"Indigno de ser humano"
es la película biográfica sobre el escritor Osamu Dazai, dirigida por la prestigiosa fotógrafa y cineasta Mina Ninagawa ("Helter Skelter", "Diner"). El film se estrenó el 13 de septiembre de 2019 y se presentó en Venecia, JAPAN CUTS HOLLYWOOD, pero no sería hasta Fantasia
de este año cuando pudimos disfrutarla.
La historia gira en torno a la vida de Osamu Dazai contada desde
cuatro puntos de vista: el del propio escritor, su esposa y dos amantes.
Mika Ninagawa, fiel a su capacidad artística, aborda en clave feminista
y libertaria una de las figuras claves del Buraiha y de la
literatura japonesa. La más genuina decadencia se imbuye de una absoluta
teatralidad escenográfica, donde la muerte se subyuga en el suicidio hacia
una superficial frivolidad. Un lazo indisoluble a las mujeres que
condicionaron la vida y el proceso autodestructivo que cimentaría todos sus
pecados y obsesiones en su obra magna "Indigno de ser humano".
Como es costumbre en gran parte de su filmografía, la fotografía sombría, policromática y
suprasaturada —en esta ocasión, a diferencia de sus trabajos previos, ha confiado en
Ryûto Kondô— ejerce de
marco perfecto para la mejor representación de Shun Oguri, cuyos trazos
no hubieran sido posibles sin el excelso reparto secundario, con soberbios
papeles de Rie Miyazawa, Kengo Kora y
Ryo Narita.
Amazon Prime Videosorprendía a
mediados de diciembre con
"Silent Rain", la esperada nueva película de Ryutaro Nakagawa, basada en la novelade Miyashita Natsu.El film, cuya premiere mundial tuvo lugar en el Festival Internacional de Cine de Busan, se estrenó en los cines japoneses el 7 de febrero y fue galardonado con el premio del público en el certamen Tokyo Filmex.
El argumento gira en torno a Yukisuke, un joven bioarqueólogo, que
tras conocer a Koyomi, una joven que vende Taiyaki en la calle, termina
fascinado por ella. Los dos suelan hablar y pasar el rato juntos. Un
día, Koyomi tiene un accidente automovilístico y es hospitalizada.
Tras recuperar la conciencia, descubren que sufre amnesia temporal.
Yukisuke intenta permanecer más cerca de ella como antes, pero sus
recuerdos pasados le están destrozando.
Ryutaro Nakagawa vuelve a demostrar que es un digno depositario
del legado de Naomi Kawase—no es causalidad su breve presencia en el film—. La memoria es el alma mater del que fluye la dicotomía lisérgica al
intentar buscar una explicación científico a través de la
arqueología y vertebra un sentimiento tan humano: el amor. La lluvia
silenciosa que permea de la discapacidad es capaz de unir mente y el
cuerpo, cuya llave son los olores y sabores de la vida.
Todo este lirismo poético emana del costumbrismo gracias a la minimalista
banda sonora de Masakatsu Takagi—otro registro contrario a sus trabajos para Mamoru Hosoda— y la evocadora fotografía de Hiroki Shioya. Las
entrañas formales se sustentan en la prodigiosa interpretación de
Taiga Nakano, cargada de ternura y fragilidad, que se compagina con
la notable Misa Eto y su reparto secundario, del que destaca
Jun Murakami
y Ryota Bando.
Durante nuestra cobertura del
Far East Film Festival, descubrimos "Romance Doll", la nueva película de Yuki Tanada, directora de "Mol" y
"My Dad and Mr. Ito" y
"One Million Yen and the Nigamushi Woman". El film, protagonizado
por Yu Aoi e Issey Takahashi, se estrenó el 24 de enero de
este año.
El argumento gira en torno a Tetsuo, quien llevaba una vida feliz
con Sonoko, de quien se enamoró a primera vista y con la que terminó
casándose. Ella es pura amabilidad y tiene un buen corazón. No obstante,
su marido le sigue ocultando su trabajo como creador de muñecas
sexuales. Cada vez está más absorbido por su trabajo y menos interesado
por su familia. Poco a poco la pareja deja de tener sexo, a pesar de lo
profundamente enamorados que estaban antes de casarse. Todo cambia
cuando Sonoko le cuenta su secreto.
Yuki Tanada vuelve a demostrar su sensible y cuidado tacto a la hora de representar temas tan
polémicos y tabús intrínsecos en la sociedad japonesa: la industria de las
muñecas sexuales. A diferencia de la fantasiosa visión de Hirokazu Kore-eda en su "Air Doll" (2009), muestra la vertiente más humana del objeto destinado a la
satisfacción carnal. Las mentiras y engaños pueden llegar a construir el
eje de la relación romántica más inquebrantable a todos los devenires de
la vida. Al final, esa muñeca inerte se convierte en depositario de la
memoria que más atesoramos y no queremos olvidar.
Los cimientos estructurales de la narración se sustenta por completo en la
deslumbrante interpretación del matrimonio formado por Issei Takahashi y Yû Aoi, donde el amor, la culpa, el engaño y la perdida se unen en perfecta
sincronía a las más altas cotas emocionales. Todo acompañado con la
emotiva y desgarradora banda sonora de Hiroko Sebu y la prodigiosa fotografía de Ryo Otsuka, responsable de una de las escenas sexuales más preciosas filmadas en
mucho tiempo.
El argumento gira en torno a dos jóvenes se conocieron y enamoraron
durante su días en la escuela secundaria. Después de 13 años, vuelven a
encontrarse tras vivir apartados el uno del otro. Nagisa lo abandonó
después de romper con Shun y se casó con una mujer y tuvo un hija, pero
tienen dificultades para continuar su matrimonio. Todavía está enamorado
de Shun y, es entonces, cuando regresa a Japón con su pequeña niña Sora
para verlo. Esta es la historia de amor más pura de dos hombres que se
aman y cómo pueden sobrevivir a la discriminación y los prejuicios.
Rikiya Imaizumi repite otro año consecutivo tras el prodigio de
"Just Only Love", donde con "His" vuelve a dignificar el género del romance, pero desde otra perspectiva: la
homosexualidad masculina. Bajo su firme pulso vertebra desde la
sensibilidad y el costumbrismo una carta contra la discriminación
sistemática contra colectivo LGBTI+, cuyo foco es la imposibilidad del
matrimonio y los estragos de la paternidad. El amor emerge tras la
aceptación de los errores del pasado que da forma a la identidad.
El verdadero hallazgo de la película es la revelación de la pareja
protagonista, magistralmente interpretada por Kisetsu Fujiwara
y Hio Miyazawa, donde cada gesto y cada mirada cimentada en la
bondad, ternura, desesperación y sufrimiento desborda una química
inconmesurable capaz de derretir cualquier corazón pétreo. Aunque
imperceptible, la bucólica fotografía de Masami Inomoto—muy en la linea de su trabajo en "Boys Choir"— consigue trasmitir gracias al acompañamiento de la sencilla banda
sonora de Takashi Watanabe hasta la eclosión final en el tema principal de SanoIbuki.
Ahora sí, sin más preámbulos, pasemos a hablar de la razón de este
artículo. Aquí llega nuestro Top 5 de mejores películas de 2020.
FICHA TÉCNICA → Estreno: 10 de Julio de 2020 | Director: Takashi Miike |
Distribuidora: BARTON FILMS | Género: Thriller, Comedía
El director de "JoJo's Bizarre Adventure: Diamond is Unbreakable" y "Laplace's Witch" une fuerzas con la productora británica RECORDED PICTURE COMPANY, de Jeremy Thomas—productor de "Samurai Marathon"—, para sumergirnos en un trepidante thriller de acción con tintes
románticos al más puro estilo de Miike, en su forma más divertida y anárquica.
La historia sigue las andanzas de Leo, un joven boxeador que ha perdido
las ganas de vivir por la difícil situación que está atravesando. Un
día, se cruza con su primer amor, Mónica, una prostituta drogadicta que,
pese a todo, no ha perdido su inocencia. Leo no sabe que la chica forma
parte de una compleja trama relacionada con el narcotráfico, y los dos
son perseguidos a lo largo de la noche por un yakuza, un policía
corrupto y una asesina enviada por la tríada china.
La impenetrable escena se imbuye desde el primer fotograma,
inundado por una casi perpetua oscuridad, salvo por un atisbo de
luz que fluye del exterior. La marginalidad, la soledad y la
apatía imbuyen su completa existencia, salvo por una única
motivación: el boxeo. El golpe de suerte que recibe, en un
principio, va ligado a la tragedia y la desesperanza; pero, a raíz
de un accidental encuentro, supondrá su resignificación total: el
primer amor. Que culmina tras el frenético y alucinógeno clímax
del último tramo —con claras reminiscencias al Miike de "Crows" e "Ichi The
Killer"—.
En esta ocasión, Miike nos ofrece una vez más su
particular visión del Yakuza Eiga, con influencias palpables de
reconocidos referentes como Hideo Gosha, Kinji Fukasaku,
Seijun Suzuki o
Takeshi Kitano. Un punto de vista que retuerce el género hasta el extremo, llegando
incluso hasta ridiculizarlo, donde converge desde la comedia de enredo
hasta el romance más bizarro. Todo ello aderezado con altas dosis de
humor negro tarantinesco.La parodia confluye en el retrato que construye
en torno al submundo de la Yakuza y su vinculación a la corrupción casi
sistemática de las fuerzas policiales.
A pesar del buen hacer de Masataka Kubota y
Sakurako Konishi, los que prácticamente llevan el peso de la
narración son el reparto secundarió de lujo, entre las que destaca
la rabia salvaje de Becky, y especialmente el dúo
de Shota Somentani y Nao Omori,quienes, a pesar
de estar absorbidos por la parodia, deprenden un carisma y química
indescriptibles que bifurca entre el corrupción policial y la
obtusidad yakuza. Sin olvidar la lúgubre fotografía de
Nobuyasu Kita y la anárquica banda sonora de
Koji Endo.
En definitiva, "First Love" supone el resurgir de la
leyenda de Takashi Miike, quien es capaz de librarse de
todos sus lastres y demostrar su talento para regalarnos su mejor
película en más de una decada.El cineasta ejerce una deslumbrante
ejercicio de dirección que traspasa la aparente parodia de la
Yakuza. A pesar de toda la sangrienta violencia inherente a la
sociedad, florece la bondad del ser humano. No hay mayor fuerza en
la naturaleza que luchar por el ser amado y la interpretación del
amor puede condicionar la total existencia en torno a la misma
dicotomía: el bien y el mal.
La historia, basada en un hecho real, gira en torno a Shuhei (Sho Gunji), un niño de 10 años que
lleva una vida muy dura. Akiko, su madre, es una alcohólica que no hace
más que juntarse con hombres malos, como Ryo , y exigirle que vaya a
conseguir dinero de sus abuelos en lugar de ir a la escuela. Lo único que arroja un poco de luz a la vida de Shuhei es cuidar de su
medio hermana y parece que su miseria no va a acabar hasta que un día,
cuando tiene 16 años su madre le pide por última vez que vaya a robar a
sus abuelos por el bien de su familia.
Tatsushi Omori se aleja diametralmente de sus trabajos más luminosos como"Every Day is A Good Day" para volver a las sombrías raíces fílmicas de "The Ravine of Goodbye" y, más recientemente "Taro the Fool". Su hipotético referente es "Nadie Sabe", la célebre cinta deHirokazu Kore-eda, ejerce de punto de conexión entre ambas realidades. No obstante, se aleja del prisma de la humanidad infantil para adentrarse en un nauseabundo pozo sin fondo inundado por la mayor grotesca crueldad inherente del ser humano.
El elemento capital es el tratamiento de la maternidad en su vertiente más putrefacta. La ausencia de la bondad y ternura de la educación del vástago puede causar terribles estragos en su crecimiento y en la definición de su identidad en todas sus formas. Solo con el fin de lograr la satisfacción personal sin un resquicio de empatía por los demás. El amor de un hijo hacia la madre puedo llegar a ser tan dominante hasta le extremo de cometer el crimen más repulsivo.
Otro rasgo que fortalece su cercanía a la obra de Kore-eda es elección de Masami Nagasawa para el rol protagonista de esa terrible madre, cuya oscura y excelsa interpretacion es diametralmente opuesta a su luminoso papel de "Nuestra Hermana Pequeña". El verdadero prodigio interpretativo es el florecimiento de Daiken Okudaira, cuya pureza descorazonadora puede llegar a estremecer cualquier alma. También es un acierto la desasosegante fotografía de Tomohiko Tsuji y la furtiva banda sonora de Taro Iwashiro.
En definitiva, Tatsushi Omori vuelve a ofrecer con "Maternidad" a la mejor versión de si mismo, donde se vuelve adentrar a las zonas subrepticias de la sociedad. Un retrato que no solo buscar mostrar el otro reflejo de las realidades japonesas que se ocultan de cara la opinión pública en favor del la comunidad. Al final, es una muestra del poder estremecedor de la toxicidad maternal.
FICHA TÉCNICA → Estreno: 24 de enero de 2020 | Director: Nobuhiro Suwa |
Distribuidora: Broadmedia Studios | Género: Drama
Durante la pasada edición del Festival Internacional de Cine de Gijón (FICX) se celebró la premiere española de nuestra medalla de bronce, "Voices in the Wind", la esperada nueva película de
Nobuhiro Suwa, también conocida como "El teléfono del viento".
La cinta, estrenada en Japón el pasado 24 de enero, fue galardonada con
una mención especial en la sección Generation 14plus de La Berlinale y ha sido nominada en los
ASIAN FILM AWARDS, además de presentarse enJAPAN CUTS y CAMERA JAPAN.
El cineasta y la guionista Kyoko Inukaiescribieron la historia en torno a un suceso real ambientado en la
catástrofe del terremoto y tsunami de 2011 que asoló Japón. El diseñador
de jardines Itaru Sasaki instaló tras la muerte de su primo un teléfono, conocido
como "Kaze no Denwa" ("The Phone of The Wind"), en lo alto de una colina de su jardín de Otsuchi, abierto a todo
el público, y, junto a él, dejo una pequeña libreta. Desde entonces, han
visitado el lugar mas de 30.000 personas.
El argumento gira en torno a Haru, una niña que perdió a su familia en
el terremoto y tsunami de Tohoku. A partir de entonces, se embarca en un
viaje desde Hiroshima a su ciudad natal de Otsuchi. Sus heridas
emocionales se alivian durante el viaje mientras se encuentra con varias
personas y experimenta su amabilidad.
Nobuhiro Suwa se desprende de la impronta francesa tan caracteristico
que ha marcado sus anteriores largometrajes, "Yuki & Nina" y
"El león duerme esta noche"—en parte a la influencia de Hippolyte Girardot—,
para imbuirse integramente en la idiosincrasia nipona y en su aproximación
en un hecho que marco para siempre al pueblo japones: el terremoto de
marzo de 2011. Un tema ya tratado por Ryuichi Hiroki en
"Side Job", pero el director japones lo trasciende hacia una dicotomía neurálgica y
abismal.
La desolación producida por la catástrofe hace cada vez más presente a la
muerte, ya sea con el suicidio como salida a la incapacidad de entender la
razón de la desgracia en el seno familiar o por esa sociedad carcomida por
los placeres mundanos, carente de cualquier atisbo de empatía. Ante este
desalentador panorama, la luz más incandescente emana de aquellas personas
que han perdido lo más querido y, cuya esperanza para soportar todo su
dolor, la hayan en la preservación de los recuerdos de los desaparecidos
como motivación para continuar con sus vidas.
Cada mecanismo, estructura y lingüística fílmica converge en el seno de la
extraordinaria interpretación de Serena Motola—posiblemente el mejor papel femenino del año—, cuya inocencia y aflicción desgarra hasta las entrañas del alma,
ensalzadas por la etérea y minimalista banda sonora de Hiroko Sebu,
la luminosa y cautivadora fotografía de Takahiro Haibara y el
apoyo del notable reparto secundario.
En definitiva, "Voices in the Wind" es posiblemente la mejor
película de toda la carrera de Nobuhiro Suwa. No pretende ser una
elegía focalizadora de la desdicha, sino un viaje redentor y revitalizador
muy cercano a la road movie. A pesar de su densidad dramática y su larga
duración, está cargada de sensibilidad y quietud, donde un objeto
inerte —en este caso un teléfono— o cualquier nimia
vivencia, ejerce de conexión con la gente que comparte ese dolor por los que
ya no están. Al final, las palabras se las lleva el viento y solo
podemos atesorar nuestra memoria.
La historia, escrita por Noriko Washizu, gira en torno a Tsubame
Hayakawa un chico de 28 años, cuyo padre le pide que envíe un
documento a su hermano mayor Ryushin . En un principio él se muestra reacio.
Ryushin vive en Taiwán y han pasado 23 años desde la última vez que se
vieron después de que su madre se llevará a Ryushin, dejando atrás a
Tsubame. Sin embargo, este es el último pedido de su padre y Tsubame lo
acepta a regañadientes. Mientras se dirige a Taiwán, rememora una montón de
recuerdos de la madre que lo cuidó y solía llamarlo Yanyan, basándose en la
pronunciación china de su nombre, pero a quien rechazó por ser extranjera.
De la superflua premisa de la que parte "Yan" en torno a una deuda parental, permea el mensaje en torno al
sufrimiento que supone el choque cultural que emana de la barrera
linguistica e idiosincrásica de los exógenos de casi la totalidad de las
sociedades humanas, en especial dentro del seno familiar. El racismo
emerge a raíz de la incomprensión del diferente, ya sea por su genero,
condición sexual y, especialmente la raza, reflejado en la discriminación
sistemática hacia los "Hāfu" —japoneses mestizos con otras culturas, como por ejemplo, la
taiwanesa—.
El hogar no solo es un lugar al que pertenecemos, sino un estado tan
poderoso capaz de provocar desde la mayor desolación al mayor gesto de
bondad. Un territorio baldío que puede tambalear cualquier lazo maternal,
fraternal y la propio integridad personal. No obstante, las profundas
conexiones emergidas del amor jamás serán quebradas. Al final solo es La
búsqueda de un paraíso propio donde ser aceptado y querido, al que poder
volver sin importar el pasado como si se tratara del vuelo de una
golondrina.
Esta enriquecedora travesía no sería posible sin el excelso reparto, del
que florece la reveladora y apasionante interpretación de Ron Mizuna, capaz de converger entidades tradicionales tan alejadas y, a su vez,
tan cercanas desde el desgarro emocional a la luminosa esperanza. El
circulo se complemente a la perfección gracias a la sentida banda sonora
de Yusuke Tsutsumi.
En definitiva, Keisuke Imamura vuelve a demostrar con "Yan" que es uno de los mejores
directores de fotografía de la actualidad, cuyo deslumbrante talento irradia
en cada plano simbiótico, marcado por su iluminación y cromatismo. Sin
embargo, la excelencia no solo se centra en el campo artístico y estético,
sino que demuestra su valor como cineasta, del que subyace una sensibilidad
inconmensurable.
FICHA TÉCNICA → Estreno: 24 de Enero de 2020 | Director: Ayumu Watanabe |
Distribuidora: SELECTA VISIÓN | Género: Drama, Animación
Una producción de Studio 4C vuelve por año consecutivo tras
"Mutafukaz"
a nuestro top por la puerta grande con la medalla de oro por
"Los Niños del Mar". La cinta, precandidata al Oscar a mejor largometraje de animación y ganadorá en los premios
Mainichi, se estrenó en cines japoneses el 7 de junio de 2019 tras su paso por la
59ª edición del festival de Annecy y, desde entonces, ha pasado por Sitges, Tokio, Fancine y FAN, además de haber sido proyectada en el 25 Manga Barcelona.
Se trata de adaptación del manga de Daisuke Igarashi, cuyo título original es "Kaijû no Kodomo", galardonado con el Premio a la Excelencia en el Japan Media Arts Festival de 2009 y avalada por nominaciones en los Premios Osamu Tezuka de 2008 y 2009. La obra se serializó en la revista Ikki, de SHOGAKUKAN, entre diciembre de 2005 y septiembre de 2011, y más tarde recopilado en
5 tomos, que fueron publicados en España por ECC.
El argumento gira en torno a Ruka, una estudiante a la que le cuesta
expresar sus sentimientos, visita el acuario donde trabaja su padre y ve a
dos jóvenes misteriosos nadando entre las ballenas. Se trata de Umi (Mar)
y su hermano Sora (Cielo), que fueron criados por dugongos y parecen
escuchar la misma extraña llamada del océano que ella. Una serie fenómenos
sobrenaturales surgen, pero hay quienes saben que estos sucesos están
relacionados con Umi y Sora, y tratarán de utilizarlos en su propio
beneficio.
Ante trasfondo onírico y extrasensorial desdibuja por completo toda la
narración, repleta de complejidad; difusa, críptica e impermeable a la
lógica humana. Al igual que las preguntas sobre nuestra existencia y el
significado de la vida no tienen respuesta; es posible que como especie
no estemos preparados para asumirlas. No es más que una paradoja que
aguarda en las entrañas de la naturaleza. La sosegada y enigmática calma que emana de la inmensidad del mar, se
van forjado sutiles filigranas que en un principio esperamos reconectar
con la totalidad del mismo. No está interesado en lo complaciente, sino
que trasgrede todo el orden establecido.
El alma del manga de Daisuke Igarashi se interna de forma
intrínseca en su esqueleto místico y metareferencial, donde toma en su
seno sus puntos cardinales y engendra una trasgresora sinergia
emocional, cuyos ecos al cine a Kon, Ghibli juntoa
la metafísica y a la filosofía ancestral coexisten de forma
parsimoniosa.
La extraordinaria animación liderada por Keinichi Konishi junto al CGI de Kenichiro Akimoto, el color de Miyuki Itô y los paisajes de Shinji Kimuraes la autentica piedra angular de este lisérgico
imaginario, donde STUDIO 4ºC, famoso por transgredir los limites
técnicos y artísticos más allá de los términos económicos y
cronológicos, juega un papel clave. Por no hablar del asombroso trabajo
sonoro deKoji Kasamatsu, el equipo de doblaje, la banda sonora de
Joe Hisashi y el tema principal de Kenishi Yonezu.
En definitiva, "Los niños de mar" estamos ante una de las mejores de animación de la década,
compuestá a través una alegoría de corte existencialista en torno a la
conexión armoniosa entre la humanidad, la naturaleza y el origen del
universo. El ser humano no es más que una pequeña filigrana de este
eterno engranaje que es el cosmos. La especie humana sólo busca
comprender el significado de su existencia, pero lo único que consigue
es perderse en el vasto manto de la creación. La película abandona la
linealidad tradicional en favor del surrealismo catártico gracias a su
innovadora y excelsa animación. Una vez que el espectador abandona su
miedo a lo desconocido y se adentre a la más pura abstracción mística,
descubrirá un mundo inolvidable.
Éstas han sido para nosotros las cinco mejores películas de 2020. ¿Cuáles
han sido las tuyas? ¡Déjanos tu Top 5 personal en los comentarios!
TOP 5 MEJORES PELÍCULAS 2020
Reviewed by Axel HnH
on
enero 07, 2021
Rating: 5
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