LA IDEALIZACIÓN DE LAS RELACIONES TÓXICAS EN EL BL Y EN EL YURI
Nuestra colaboradora Saya DeLarge regresa con un nuevo artículo donde reflexiona sobre la idealización de las relaciones tóxicas en las obras de género BL y yuri.
¡Aquí os dejamos con su reflexión!
Toda adicción empieza con productos suaves; pero luego el cuerpo te pide más y más, y, finalmente, tienes que conseguir algo más fuerte para satisfacer dicha necesidad. Lo mismo sucede con las relaciones: la química de nuestros cuerpos hace de las suyas y nos enamoramos.
No obstante, existen relaciones que nos hacen daño, pero el orgullo o el temor a la soledad nos impiden terminar con esa persona tóxica, incluso cuando sabemos que nos está lastimando. Es bien sabido que el amor y las rupturas forman parte de nuestro aprendizaje como seres humanos, pero está en nuestro poder decidir si una relación amorosa contribuye para bien o para mal en nuestro crecimiento emocional.
No obstante, existen relaciones que nos hacen daño, pero el orgullo o el temor a la soledad nos impiden terminar con esa persona tóxica, incluso cuando sabemos que nos está lastimando. Es bien sabido que el amor y las rupturas forman parte de nuestro aprendizaje como seres humanos, pero está en nuestro poder decidir si una relación amorosa contribuye para bien o para mal en nuestro crecimiento emocional.
Todo esto también sucede en las relaciones LGBT+. Los miembros de este colectivo también son seres humanos que se enamoran y les rompen el corazón. Sin embargo, su representación en la ficción, concretamente en la japonesa, no siempre es positiva.
Portada de la edición española de "La balada del viento y los árboles", publicada por la editorial MILKY WAY (2018). |
Durante el período Heian, Japón tenía una mentalidad abierta con las relaciones homosexuales. No obstante, tras su derrota en la II Guerra Mundial y la consiguiente ocupación norteamericana, la sociedad japonesa cambió su mentalidad y empezó a ver dichas relaciones como algo tabú.
Esta actitud quedó plasmada en algunos mangas BL de los años 70 y 80 tales como "La balada del viento y los árboles" o "Zetsuai 1989" —y su secuela "Bronze"—, donde las relaciones homosexuales tienen finales trágicos, dando a entender que eran contranatura y, por ende, prohibidas.
Esta actitud quedó plasmada en algunos mangas BL de los años 70 y 80 tales como "La balada del viento y los árboles" o "Zetsuai 1989" —y su secuela "Bronze"—, donde las relaciones homosexuales tienen finales trágicos, dando a entender que eran contranatura y, por ende, prohibidas.
El género yuri tampoco se salvó de esta visión funesta. Aunque su aparición en el manga data de los años 70 con títulos de Riyoko Ikeda o Yukari Ichijô, entre otras; en realidad, fue la escritora abiertamente lesbiana Nobuko Yoshiya quien cimentó las bases de este género al publicar la obra pionera "Hana Monogatari" (revista literaria Shôjo Gahô, 1916-1924), una colección de 52 historias que siguen la misma línea de los finales de los BL: tristeza y tragedia.
Portadas de la edición de KAWADE SHOBO SHINSHA (2009) de la novela "Hana Monogatari". |
A diferencia de su hermano el BL, el yuri no fue aceptado de inmediato. De hecho, no fue hasta la década de los 90 cuando el género empezó a recibir una mayor aceptación por parte del público, cuando aparecieron las primeras historias lésbicas con connotaciones positivas; aunque habría que esperar hasta el 2003 para que viera la luz la primera revista especializada en el tema: Yuri Shimai.
En la actualidad, con los cambios graduales en la mentalidad japonesa y gracias a Internet, cada vez encontramos una gran variedad de contenido BL y yuri tanto en formato manga como anime, abarcando tanto relaciones sanas como tóxicas.
Estas últimas se caracterizan por ser muy populares. Admito que en mi adolescencia consumí dicho contenido y, al igual que las drogas, siempre iba en busca de algo más fuerte, hasta que logré recapacitar y descubrí que las relaciones tóxicas no deben ser idealizadas —¡sí, Christian Grey, va por ti! No es BL, pero necesitaba sacarme esa espinita del corazón—, ni tomarse a la ligera.
Para demostrar mi cambio de opinión, analizaré los representantes de ambos géneros: "Junjô Romantica" y "Kannazuki no Miko".
Portada de la edición española de "Junjô Romántica", publicada por la editorial IVREA (2015). |
¿Por dónde empiezo? ¡Ah, claro! Con la clásica figura, presente en toda relación tóxica: el explotador. Los presentan como los más carismáticos por su físico, habilidades e intelecto; pero, en realidad, esos elementos son la fachada perfecta para esconder su personalidad posesiva y su complejo de superioridad.
En ambas historias, este rol lo asumen Akihiko Usami y Chikane Himemiya. El primero se quita su máscara de perfección a la primera de cambio, violando a un asustado Misaki Takahashi —¿mencioné que tenía 17 cuando sucedió?—; mientras que la segunda besa sin permiso a Himeko Kurusugawa, quien estaba inconsciente.
A medida que avanzan, ambos desarrollan una personalidad posesiva, bien sea por medio de gestos sutiles como asesorarlos en el vestuario, hasta detalles excesivos como obligarlos a vivir bajo el mismo techo. ¡Incluso Chikane sigue el ejemplo de Usagi e intenta violar a Himeko, justificando su acción diciendo que lo hace para protegerla!
Lo peor de todo es que tanto Misaki como Himeko deciden seguir viviendo con semejantes seres caóticos como si nada. Después de todo, una persona tóxica vive de la admiración de los demás, pero les importa más la devoción de la "persona que aman" (es decir, la víctima).
Para evitar caer en las redes de la idealización negativa, les recomendaré dos títulos que los harán reflexionar acerca de los beneficios de aportar bienestar en una relación amorosa. Me encantaría brindar más ejemplos positivos, pero dejaré estos dos para ir abriendo boca:
Empezando por el género BL, "Given" inicia con un hecho del pasado que afectó a Mafuyu Satô de forma negativa, pero Ritsuka Uenoyama lo impulsa a seguir adelante, a través de la música. En el transcurso de la obra, vi cómo la relación evolucionaba por el bien de ambos.
Ejemplo de ello es cuando Ritsuka ve el potencial artístico de Mafuyu; en vez de hacerlo sentir inferior, le brinda consejos para mejorar y lo apoya con el fin de mejorar. De igual forma, Mafuyu impulsa a Ritsuka de forma inconsciente a recuperar su pasión por tocar la guitarra. ¡Y eso, damas y caballeros, se llama relación sana! Sin rivalidades absurdas ni actitudes hirientes, sólo reciprocidad en su máxima expresión.
Otro aspecto que me gustó fue la ausencia de dramas forzados y el concepto de ver y tratar a la pareja como un "objeto de tu propiedad", lo cual agradecí un montón. Por fortuna, ellos no están solos en su relación, pues también tienen a sus compañeros de banda Haruki Nakayama y Akihiko Kaji, siendo este último la voz de la experiencia para ambos jóvenes.
En cuanto al género yuri, a decir verdad, fue complicado buscar un buen ejemplo de relación sana, probablemente porque sus protagonistas suelen estar hiper-sexualizadas hasta decir basta o cuentan con un argumento tan flojo que, para compensar, lo rellenan con chicas cuya personalidad es tan interesante como ver rodar un bloque de heno.
Tal vez esas sean mis razones por las cuales no me he aventurado con el género. Entiendo que aún existen mangakas que siguen pensando que el sexo siempre vende, pero... ¿No creen que ya es hora de cambiar la estrategia? ¿O bien la percepción de las relaciones lésbicas?
Bueno, a lo que vamos. Después de navegar en varios chats de manganime, encontré buenas sugerencias para eliminar el bloqueo de escritura; de hecho, eran tantas que me resultó prácticamente imposible escoger una ganadora. Luego de pensarlo y dar vueltas en la habitación, decidí darle una oportunidad a "Bloom into You".
Este título nos presenta a dos polos opuestos: Yû Koito, una chica que se emociona con los manga shôjo y las canciones románticas, pero tiene dudas con sus sentimientos cuando se trata de amar a alguien; y Tôko Nanami, la representante del consejo estudiantil que rechaza pretendientes masculinos y femeninos, porque siente que no aparecerá alguien especial en su vida.
En el transcurso de la obra, veo como ambas se transforman de forma positiva. Ejemplo de ello es cuando Yû hace algo que pocas personas hacen: ve a Tôko como un ser humano vulnerable, haciendo a un lado la imagen que proyecta hacia sus compañeros de clase y maestros. Yû ve las imperfecciones de Tôko y las acepta con naturalidad diciéndole: «Por eso, que me muestres tu debilidad, no cambia nada para mí».
Cabe destacar que Tôko evoluciona al mostrar su vulnerabilidad ante Yû, algo que le costaba hacer, ya que se sentía presionada por ser la mejor estudiante y persona —situación que en algún punto de nuestras vidas, hemos hecho—; además, Tôko reúne el valor suficiente para exteriorizar sus temores —algo que tememos mostrar a la persona que nos gusta— y encuentra alivio al sentir que Yû le apoyará sin exigir nada a cambio.
En ambas historias, este rol lo asumen Akihiko Usami y Chikane Himemiya. El primero se quita su máscara de perfección a la primera de cambio, violando a un asustado Misaki Takahashi —¿mencioné que tenía 17 cuando sucedió?—; mientras que la segunda besa sin permiso a Himeko Kurusugawa, quien estaba inconsciente.
A medida que avanzan, ambos desarrollan una personalidad posesiva, bien sea por medio de gestos sutiles como asesorarlos en el vestuario, hasta detalles excesivos como obligarlos a vivir bajo el mismo techo. ¡Incluso Chikane sigue el ejemplo de Usagi e intenta violar a Himeko, justificando su acción diciendo que lo hace para protegerla!
Lo peor de todo es que tanto Misaki como Himeko deciden seguir viviendo con semejantes seres caóticos como si nada. Después de todo, una persona tóxica vive de la admiración de los demás, pero les importa más la devoción de la "persona que aman" (es decir, la víctima).
Portada del primer tomo de "Kannazuki no Miko" (KADOKAWA, 2004), también conocido como "Destiny of Shrine Maiden" (TOKYOPOP, 2008). |
Para evitar caer en las redes de la idealización negativa, les recomendaré dos títulos que los harán reflexionar acerca de los beneficios de aportar bienestar en una relación amorosa. Me encantaría brindar más ejemplos positivos, pero dejaré estos dos para ir abriendo boca:
Empezando por el género BL, "Given" inicia con un hecho del pasado que afectó a Mafuyu Satô de forma negativa, pero Ritsuka Uenoyama lo impulsa a seguir adelante, a través de la música. En el transcurso de la obra, vi cómo la relación evolucionaba por el bien de ambos.
Ejemplo de ello es cuando Ritsuka ve el potencial artístico de Mafuyu; en vez de hacerlo sentir inferior, le brinda consejos para mejorar y lo apoya con el fin de mejorar. De igual forma, Mafuyu impulsa a Ritsuka de forma inconsciente a recuperar su pasión por tocar la guitarra. ¡Y eso, damas y caballeros, se llama relación sana! Sin rivalidades absurdas ni actitudes hirientes, sólo reciprocidad en su máxima expresión.
Otro aspecto que me gustó fue la ausencia de dramas forzados y el concepto de ver y tratar a la pareja como un "objeto de tu propiedad", lo cual agradecí un montón. Por fortuna, ellos no están solos en su relación, pues también tienen a sus compañeros de banda Haruki Nakayama y Akihiko Kaji, siendo este último la voz de la experiencia para ambos jóvenes.
Portada de la edición española de "Given", publicada por la editorial MILKY WAY (2019). |
En cuanto al género yuri, a decir verdad, fue complicado buscar un buen ejemplo de relación sana, probablemente porque sus protagonistas suelen estar hiper-sexualizadas hasta decir basta o cuentan con un argumento tan flojo que, para compensar, lo rellenan con chicas cuya personalidad es tan interesante como ver rodar un bloque de heno.
Tal vez esas sean mis razones por las cuales no me he aventurado con el género. Entiendo que aún existen mangakas que siguen pensando que el sexo siempre vende, pero... ¿No creen que ya es hora de cambiar la estrategia? ¿O bien la percepción de las relaciones lésbicas?
Bueno, a lo que vamos. Después de navegar en varios chats de manganime, encontré buenas sugerencias para eliminar el bloqueo de escritura; de hecho, eran tantas que me resultó prácticamente imposible escoger una ganadora. Luego de pensarlo y dar vueltas en la habitación, decidí darle una oportunidad a "Bloom into You".
Portada de la edición española de "Bloom into You", publicada por la editorial PLANETA CÓMIC (2019). |
Este título nos presenta a dos polos opuestos: Yû Koito, una chica que se emociona con los manga shôjo y las canciones románticas, pero tiene dudas con sus sentimientos cuando se trata de amar a alguien; y Tôko Nanami, la representante del consejo estudiantil que rechaza pretendientes masculinos y femeninos, porque siente que no aparecerá alguien especial en su vida.
En el transcurso de la obra, veo como ambas se transforman de forma positiva. Ejemplo de ello es cuando Yû hace algo que pocas personas hacen: ve a Tôko como un ser humano vulnerable, haciendo a un lado la imagen que proyecta hacia sus compañeros de clase y maestros. Yû ve las imperfecciones de Tôko y las acepta con naturalidad diciéndole: «Por eso, que me muestres tu debilidad, no cambia nada para mí».
Cabe destacar que Tôko evoluciona al mostrar su vulnerabilidad ante Yû, algo que le costaba hacer, ya que se sentía presionada por ser la mejor estudiante y persona —situación que en algún punto de nuestras vidas, hemos hecho—; además, Tôko reúne el valor suficiente para exteriorizar sus temores —algo que tememos mostrar a la persona que nos gusta— y encuentra alivio al sentir que Yû le apoyará sin exigir nada a cambio.
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